A las 7:00 A.M, iniciamos la marcha desde el hotel de Xorret de Catí, Alvaro y un servidor, buena compañía para afrontar más de 3 horas de ruta.
Los primeros kilómetros se han desarrollado por el paraje llamado Rasos de Catí, sendas sin mucha dificultad y tampoco demasiado desnivel.
A los pocos kilómetros hemos bajado por la ladera de una sierra, han sido unos 2 km. de senda espectacular, rápida, no demasiado técnico y arropados por la sombra de los pinos. Después de está bajada hemos cogido una pista de tierra, ascendiendo, hemos llegado hasta un pico donde hemos podido disfrutar de las vistas, Alicante, San Juan, Arenales, era visible desde nuestra posición.
Volviendo tras nuestros pasos, hemos llegado hasta el cruce desde donde habíamos partido anteriormente; está vez cogíamos el camino qué todavía no habíamos visitado, seguimos bajando (con torcedura de tobillo incluida), hasta alcanzar un pequeño collado (gente practicando escalada), continuamos unos kilómetros, subiendo y bajando pequeñas montañas hasta llegar al pantanet.
Desde aquí hemos enfilado la rambla hasta llegar hasta las indicaciones del ascenso a la crestería del Fraile. Como verdaderos peregrinos, hemos completado la ascensión al despeñador (1200 metros) por la cara Este, ya qué es imposible correr, trotar por este terreno tan técnico.
Desde la cima nos hemos dejado caer por el PRV y desde aquí a la carretera, 2 kilómetros de maldito asfalto para llegar de nuevo al hotel.
La cerveza nos esperaba fresquita para celebrar lo bien qué lo hemos pasado en esta jornada. Quizás el único ingrediente qué podía faltar en esta aventura, fuese de tipo exótico, como por ejemplo encontrarse una Masía en medio de la nada con 5 nórdicas ofreciendote agua. :-) Jajaja.
Como siempre perfil de la prueba:
Los primeros kilómetros se han desarrollado por el paraje llamado Rasos de Catí, sendas sin mucha dificultad y tampoco demasiado desnivel.
A los pocos kilómetros hemos bajado por la ladera de una sierra, han sido unos 2 km. de senda espectacular, rápida, no demasiado técnico y arropados por la sombra de los pinos. Después de está bajada hemos cogido una pista de tierra, ascendiendo, hemos llegado hasta un pico donde hemos podido disfrutar de las vistas, Alicante, San Juan, Arenales, era visible desde nuestra posición.
Volviendo tras nuestros pasos, hemos llegado hasta el cruce desde donde habíamos partido anteriormente; está vez cogíamos el camino qué todavía no habíamos visitado, seguimos bajando (con torcedura de tobillo incluida), hasta alcanzar un pequeño collado (gente practicando escalada), continuamos unos kilómetros, subiendo y bajando pequeñas montañas hasta llegar al pantanet.
Desde aquí hemos enfilado la rambla hasta llegar hasta las indicaciones del ascenso a la crestería del Fraile. Como verdaderos peregrinos, hemos completado la ascensión al despeñador (1200 metros) por la cara Este, ya qué es imposible correr, trotar por este terreno tan técnico.
Desde la cima nos hemos dejado caer por el PRV y desde aquí a la carretera, 2 kilómetros de maldito asfalto para llegar de nuevo al hotel.
La cerveza nos esperaba fresquita para celebrar lo bien qué lo hemos pasado en esta jornada. Quizás el único ingrediente qué podía faltar en esta aventura, fuese de tipo exótico, como por ejemplo encontrarse una Masía en medio de la nada con 5 nórdicas ofreciendote agua. :-) Jajaja.
Como siempre perfil de la prueba:
Cómo mola!! A seguir disfrutando el verano. Estoy pensando hacer la de CMyA, pero me da miedillo...
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