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lunes, 15 de agosto de 2011

Lobos por la Aitana

A las 22:00 me recogía Pez, Jesús y Michel en Orxeta, y sobre las 22:30 llegamos al punto donde dejábamos el coche. En frente de nosotros la Aitana, encima una noche expléndida, luna llena y un cielo totalmente despejado. Comenzamos a trotar y al poco tiempo ya nos sobraban los frontales, puesto que se veía perfectamente por donde pisábamos, de vez en cuando los encendiamos cuando descendiamos por alguna senda técnica.

Subimos unos cuantos kilómetros hasta coronar y pasar al otro lado del sistema montañoso, y por una pista comenzamos a descender hasta un refugio y en la Font de Partagás, repusimos líquidos, abundantes las fuentes por el lugar, y volvimos a subir esta vez por la cara opuesta, senda perfectamente delimitada. a nuestra derecha y abajo podíamos contemplar Guadalest, Benimantell, Benifato como pequeñas telarañas de luces. A nuestra izquierda veíamos la cima de la Aitana, al fondo uno de los radares militares junto con el gran repetidor de televisión. Continuamos subiando hasta alcanzar el paso de la rabossa, un poco técnico y a la vez peligroso, hay que tomárselo con un poco de calma, porque una falsa pisada y se puede complicar la jornada.

Otra vez volviamos a coronar la sierra y volviamos a atacarla por la otra cara. Mientras bajábamos encontramos un grupo de gente que había acampado al pie de la misma sierra, resguardados al abrigo de los muchos accidentes que presenta esta. Ascendimos hasta el punto más alto, desde ahí las vistas son maravillosas, se ve desde el faro de Santa Pola, Alicante, San Juan, Campello, Altea. Momento para inmortalizarnos.

Bajamos por el mismo tramo por el que subimos hasta llegar muy cerca donde habiamos encontrado el grupo de gente que había acampado, esta vez tomamos la senda opuesta para continuar cresteando y sendeando por el "filo de la navaja", a nuestra izquierda paredes verticales de varias decenas de metros, podiamos divisar todo el valle. Después de unos kilómetros llegamos de nuevo al punto de partida. Cervezas y unas empanadillas (Michel eres demasiao!!) y a casa con la luna en la retina.



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