Ya han pasado 4 días desde que decidí terminar prematuramente, en el km. 31, la carrera y aun sigo dándole vueltas al tema. Haciendo un diagnostico postcarrera, creo que este fracaso se lo debo en parte a una conjunción de varios motivos. El primero, es el físico, creo que me supervalore, un mes después de la lesión de tobillo no estaba al 100%. En segundo lugar, la mente, a partir de ciertos km. me decía que no. Otra cosa que no gestione de forma adecuada, fue el peso de mi mochila, pesaba muchísimo, demasiadas cosas para una carrera tan corta. Por ultimo, tengo que reconocer que la gota que colmo el vaso, fue cuando llegue a la pedrera que habia en el ascenso a las crestas de Bernia, por primera vez note que la montaña no me quería o yo no quería a la montaña, posiblemente fue un sentimiento mutuo :-).
En cuanto a mi tobillo, posiblemente lo que mas me preocupaba antes de la carrera, note una ligera molestia en el talón de Aquiles y en la parte interna del pie en mis últimos km., algo que era de esperar, pero en ningún momento fue motivo para dejar la carrera.
Por ultimo, gracias a mis compis de batalla, se portaron genial, y en todo momento me animaron a continuar, pero mi carrera era la corta, la de 31 km.
Como conclusión, no se puede vivir de renta de otras carreras, pensar que siempre vas a estar al 100% sin ganarlo, hay que entrenar, acumular kilómetros en las piernas, subir cuestas, subir montañas, cuidar las piernas y solo así tendrás garantía de que la próxima la acabaras con garantías y buenas sensaciones.
Antes de salir |
Entrando en meta |
A veces la montaña nos escupe, me ha pasado. Pero yo jamás he dejado de amarla, y tú tampoco. Ella no es tan cariñosa... Es noble y habla claro. Amigo, nos vemos en su regazo, es donde mejor se está.
ResponderEliminarMaldita cabro.... Un poquito de TNT, un par de retroexcavadoras y ...¡venganzaaaaaa! Seguro que la próxima cae.
ResponderEliminarAbrazos.