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martes, 15 de mayo de 2012

CSP 115... Finisher!!


Parábamos el crono en 25 horas y 49 minutos, cruzábamos la meta, una meta que en los últimos kilómetros se nos antojaba eterna, como si alguien o algo hubiese estirado los caminos, los senderos hasta hacerlos interminables, pero allí estábamos, después de 115 km y 7.500 metros de desnivel, cruzando la meta, vencidos por el cansancio y el sueño, David, Hortensia y un servidor.

La salida se dió a las 6:00 A.M, llegamos justos, con el tiempo de sobra para saludarnos, hacernos unas fotos y arrear, perfecto para no dar tiempo a la mente a pensar. Allí, en la salida, eramos un buen número de miembros del club Nativos: Pez, David Galiana, Hortensia, Álvaro, Míchel y un servidor, además de Jose y Ferri que corría la MiM y nos acompañó durante un buen número de kilómetros. No había amanecido aún y la temperatura era la justa y necesaria.


Se dió la salida y comenzamos a trotar, al principio llevamos un buen ritmo, pero había que ser conservador, Pez se encargaba de esto, de recordarnos que había que guardar gasolina y la verdad que lo hizo muy bien. Sus mensajes de ánimo y a la misma vez de prudencia, era un bálsamo para mentes inquietas. Al poco nos despegamos de Míchel y Álvaro, mucho mérito para aquellos que salen de una lesión y/o corren con molestias y se embaucan en semejante aventura.


Copyright: Pez

Empezaron a caer kilómetros, empezamos suavemente a sumar desnivel positivo, las primeras luces del día presagiaban un día totalmente despejado. El camino se hacía ameno, trotando donde podíamos y andando en la más ligera subida y conversando animadamente. La temperatura comenzó a subir, a las 10:30 ya hacía un calor que se me antojaba iba a ser insoportable, me acordaba de aquellos días de verano por tierras del sur, cuando a estas horas apretaba de esa manera, mal asunto. Así fué, a partir de las 11:30 y desde el avituallamiento de Les useres, el aire no se movía y el calor insoportable hacía que los corredores se volviesen. Pez también sufrió los síntomas del calor y se quedó atrás, hizo a mi juicio, lo más sensato, su carrera era otra. Yo me encontraba bien, así que continué. Al poco volvía a incorporarme con David y Hortensia, llegando al avituallamiento de San Miquel de las Torrecelles, me cambié de calcetines, nos avituallamos y continuamos.

Después del mediodía, noté cierto bajón, pensaba que ya no me recuperaría y que poco a poco iría perdiendo ganas de continuar. Los grados comenzaban a descender, el efecto de lo que sería una tormenta comenzaba a hacerse presente. Llegando a Molins, noté como el talón me ardía, aprovechando el avituallamiento, me descalcé y mis sospechas eran ciertas, ampollas en los talones, producidas por las plantillas de mis Gel Trabucco, pude quitar las plantillas y Hortencia me vendó el pié con ayuda de alguien de la organización. Comencé a pensar que mi carrera se acababa y estuve apunto de retirarme, nos quedaba más de la mitad y si aquello iba a más, no lo soportaría. Así que se lo dije a mis compis, chicos este tramo hasta Culla, me sirve de prueba, son solo 10 Km., si lo aguanto continúo, sino me quedo en Culla. Así fué, ellos se adelantaron, yo casi no podía caminar, empecé a calentar el pié, y a los pocos minutos y de forma progresiva noté que dolía un poco pero aquello no iba a más. Así que comencé a trotar, en los dos últimos kilómetros pude de nuevo alcanzarlos. Posiblemente este tramo fué uno de los tramos que más me gustó, supongo que sería una mezcla de alegría por saber que podía continuar, mezclado con el refresco de la fina lluvia que caía y los maravillosos paisajes que se abrían ante nuestros ojos.

Llegamos a Culla, teníamos de todo, aunque la mochila de David había desaparecido por arte de magia, por lo demás un 10 a la organización, comí un plato de macarrones y de postre me dieron un masaje de descarga en los biceps femorales y en los gemelos, vaya que si descargó, salí de allí dispuesto a merendarme los senderos, a engullir kilómetros, la adrenalina se volvía a disparar, animé a mis compañeros de viaje para trotar donde pudiésemos con el único deseo de llegar a meta cuanto antes, no por el tiempo, el tiempo no me importaba, lo que me importaba es que aquellos últimos 40 Km. no se nos hiciesen eternos, el destino era más caprichoso y nos deperaba algo peor, ni mirando la gráfica, ni escuchando a David, que decía que lo que venía era duro, me hizo intuir que los últimos 35 Km. serían un infierno.

En la última etapa, hubo algún kilómetro de más de 20 minutos. Los kilómetros no pasaban, duro, muy duro. A falta de 10 Km, supongo que el efecto de no llevar plantillas en las zapas, hizo que debajo de los pies se formaran un par de buenas ampollas, pero ya no iba a renunciar a cruzar el arco, ya me daba igual aunque hubiese sido descalzo.
Algo anecdótico, en los últimos 100 metros, me senté a esperar que llegase Hortensia, mientras David se quedaba de pié cerca de donde yo estaba, para cruzar juntos la meta, me incliné hacia atrás y me quedé profundamente dormido, fueron sólo 5 minutos pero llegué incluso hasta soñar con mis peques, algo que no se puede describir con palabras, fué espectacular. San Joan de Penyagolosa, 115 Km., cruzamos el arco, nos abrazamos y felicitamos con los ojos húmedos, contentos, exhaustos y llenos de montaña.

5 minutos de sueño


Muchísimas gracias a todos los que me acompañaron, a todos aquellos que hicieron que el trayecto no fuese tan duro, a los que nos enviasteis mensajes de aliento y nos empujasteis a continuar (Jaime, Esteban, Juanito, Jesús) y en especial a todos aquellos con los que compartí esta magna aventura: David, Hortensia, Pez, Míchel, Álvaro, Jose y Ferri.


martes, 1 de mayo de 2012

I Maraton de Montaña de Finestrat

Han pasado unos cuantos días desde la última vez que escribí un post en mi blog. La verdad es que no he tenido tiempo que reascar para poder dedicar unos minutos a contar mis aventurillas trotonas por la montaña. Haciendo memoria, fué el 2 de Abril de este mismo mes; no quiere decir que haya dejado mis entrenamientos, todo lo contrario, desde este último día hasta hoy, mis piernas han recibido la sacudida de 250 km con un desnivel de positivo acumulado de 8.500 metros. Todo esto para poder empezar y acabar la CSP 115 con garantías.

Mis lugares de entrenamiento..., los habituales, las sierras que circundan Castalla y por Alicante, algún asfalto, Cabeçó d'oro, San Gabriel y Serra Grossa.
Nativos al poder
El último gran entreno/carrera ha sido este sábado 28, se disputó la I Maratón de Montaña de Finestrat, allí nos encontramos, numerosos miembros del Club Nativos y la famila de "A to trapo", que como siempren no se pierden una.

Nativos y A To Trapo

A las 7:30 aproximadamente, recogiamos el dorsal, David, Pez y un servidor, a las 8:00 se dió la salida, el día, excepto por unas brumas, parecía despejado por lo que la presencia del rey astro presagiaba calor. El pelotón de 200 corredores, a medida que transcurrían los minutos y los metros comenzaba a deshacerse. Pronto dejamos el pueblo para adentrarnos en la senda, que con poco desnivel todavía nos iba acercando a la base del puigcampana, en dirección norte. Unos kilómetros más y cambiabamos el rumbo hacia el sur, bajo nuestros pies se alternaba camino forestal, senda y a veces nos encontramos con unos tramos de asfalto.

En el kilómetro 10 y medio llegábamos a la "casa del médico", esta vez la puerta estaba abierta, lo que no nos impidió continuar y comenzamos el ascenso de la Sierra dels Castellets hasta alcanzar la cresta de esta. Un par de kilómetros hasta alcanzar el Portell de López, cambiamos la vistas de la vertiente este por su vertiente oeste, el Puig Campana por la Aitana, además la umbría de la imponente sierra refrescaba de nuevo la atmósfera cargándola con espesa vegetación. Comenzamos a bajar, la senda no era demasiada técnica, pero debido a la humedad y la espesa vegetación, hacía que tuviesemos que poner todos los sentidos. Después de unos kilómetros, volviamos de nuevo a subir, esta vez hasta el "pass de la rabosa", punto más alto de la prueba, y además volviamos a cambiar de nuevo de vertiente.

2 horas y 22 minutos y ya estoy en mitad de la prueba, creo que voy demasiado rápido, empiezo a encontrarme un poco mareado, paro en el avituallamiento del coll del pouet y no me encuentro bien... tienen "Coca Cola"... Fantástico, unos dátiles, plátanos y bebida isotónica, lleno los bidones y llega Pez. Continuamos juntos, dejamos atrás la Font de la Solsida y comenzamos con la bajada técnica hacia Sierra Cortina. En un cruce de un barranco, salto y al apoyar el pie en la otra pared noto el gemelo como se engarrota, me paro y le digo a Pez que continue, comienzo a caminar... a los pocos minutos troto, parece que me encuentro mejor, sigo trotando y oigo que alguien por detrás sigue mis pasos, un corredor de Alcoy, conversamos.

Llegamos a la base de Sierra Cortina, por la senda que nos ha de llevar a la cima, discurre un GR, el ascenso es abrupto, nada más comenzar a subir nos encontramos a otro corredor, parado no sabemos que hace, le preguntamos... te encuentras bien?, nos responde que ha sido un tirón muscular, le respondo que suba despacio porque el ascenso es corto pero intenso, nada más decir, a mi abductor le pasa algo similar y me paro..., como duele, no llevo sales, pregunto a los demás y el chico de Alcoy sacas unas píldoras de sales, me ofrece una y me lo tomo, esperos un par de minutos, se pasa y continuamos subiendo. Llegamos hasta el mirador y alguien toca un cencerro, sentado en una de las piedras con su familia, es Pedro, otro nativo, que alegría de verlos, los saludo a todos y continuo.

La bajada nos lleva a otro avituallamiento, diviso a Pez que sale de este y continua. A los pocos minutos hago lo mismo, paro me avituallo un poco y decido continuar, estamos en el Km. 26 todavía falta. Hasta el final de sierra cortina son 3 Km. más, y toda la cresta de esta sierra es un sube/baja, llego al final de la sierra y comenzamos la bajada, en zig-zag, hay que ir con cuidado porque el descenso es muy pronunciado. Después de la bajada, la organización nos ha preparado un maravilloso cauce, por donde transcurre agua, y se ven perfectamente las pisadas de los demás corredores que han pasado antes que yo. Un par de kilómetros de cauce y nos desvían por un camino de tierra, a lo lejos se divisa lo que parece va a ser el último ascenso, miro mi reloj y llevamos 1500 metros de desnivel positivo y todo apunta que lo que falta hasta los 2100 nos lo vamos a tomar en una buena ración en la sierra de Orxeta.

Llego a la base de Sierra Orxeta, kilómetro 37. Penúltimo avituallamiento, antes de ello otro encontronazo con el abductor, paro y se pasa. Comienzo el ascenso, duro, muy duro, posiblemente el que más va a costar de todos. Los primeros metros, comienzo a tener un poco de angustia, supongo que será toda la basura que me he metido en el estómago. poco a poco, corono la primera subida, sopla un poco el aire y el día parece nublarse, una pequeña tregua para las piernas, 70 metros y de nuevo otra subida, así hasta coronar el último repecho. Hemos llegado a la cima, un corredor me pide agua..., por la forma de como se la bebe, estaba seco. Comienza la bajada, todo lo que hemos subida, unos 50 minutos de reloj, en 10, 15 minutos nos la hemos merendado. Un asfalto, el pueblo y la meta. 6 horas 25 minutos y 104 de la general.